viernes, 6 de mayo de 2011

El Maccabi y el Mossad, contra el Madrid y Bin Laden

Por Johan Einstein (Tel-Aviv)
El Maccabi Tel-Aviv se enfrenta hoy al Real Madrid en la Final Tour de Barcelona. Cualquiera que haya asistido a uno solo de las decenas de duelos entre estos equipos en las últimas décadas, en aquellos mágicos torneos de Navidad hoy defenestrados por el Madrid, en Copa de Europa, Euroliga o donde sea, recordará esas presencias trajeadas en torno al banquillo macabeo. Ojos atentos. ¿Al partido? Más bien a todo menos al partido. Las exiguas camisetas de tirantes del equipo rival son las únicas que no pueden esconder un arma.

Son agentes del Mossad. Más de diez en cada desplazamiento del Maccabi. No todos se apostan alrededor del banquillo. También los hay en otras zonas del pabellón. Los responsables israelíes de seguridad pactan con los anfitriones exigentes cacheos a la entrada del pabellón. Ellos los supervisan. Hoy también revolotearán, gesto ceñudo, traje impecable, cerca de Sergi Llul o Felipe Reyes.

En el diario más leido en Israel, Yediot Ajaronot, se hacen eco de las fuertes medidas de seguridad que han tomado las autoridades de Barcelona de cara a la Final Four. Básicamente por la llegada del Maccabi y la presencia de miles de seguidores israelíes. "Los chequeos en el Pabellón se esperan más exigentes que nunca, así como la seguridad en torno a la delegación del Maccabi y en las zonas donde se reúnan los aficionados de Israel", afirma el rotativo.

El Maccabi es el equipo de baloncesto más protegido del mundo. Cada viaje al extranjero es un dolor de cabeza para los organismos de seguridad de los anfitriones. La alerta sobre posibles atentados es la norma. Esta semana, no es una alerta sino un alertazo. La resaca tras la muerte de Bin Laden asusta. Y hay pocos embajadores de Israel tan conocidos y medáticos como el Maccabi Tel Aviv. Solo las curvas y sonrisa de Bar Refaeli compiten con los gigantes del balón.

Más de 5.000 israelíes acudirán a Barcelona para apoyar al Maccabi Tel Aviv en su clásico de cada temporada: la final Four. La búsqueda de una entrada es el nuevo deporte y según cuentan los aficionados israelíes en la capital catalana, el objetivo es el seguidor del Barça que compró entradas hace tiempo dando por seguro que el campeón de Europa defendería el titulo en su casa. Ahora quieren deshacerse de la entrada, no vaya a ser que el imprevisible Real dé la sorpresa y la vuelta triunfal en el Sant Jordi.

La victoria del equipo de Tel-Aviv pasa por defender bien a Llul, Suárez, Rodríguez y Tomic. La victoria de los diez del Mossad, por defender bien a los 5.000 hinchas del Maccabi y a los 12 que juegan. Ellos serán los únicos israelíes que esta noche no vestirán de amarillo.

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