martes, 28 de julio de 2009

Ratzenberger: como Farrah Fawcett a 315 km/h








A la izquierda, el accidente de Ratzenberg. A la derecha, el de Senna.

Por Nunn
El 25 de junio de 2009 es el día en que se murió Michael Jackson, y el anecdótico día en que se murió Farrah Fawcett, aunque nadie se acuerde. El primero de mayo de 1994 es el día en que se murió Ayrton Senna, y el día siguiente al que se murió Roland Ratzenberger, aunque nadie se acuerde. La Fawcett se fue a unos cuantos kilómetros de Jacko, los dos en la soleada California. Ratzenberg se mató en el mismo circuito, Imola, en el mismo Gran Premio, San Marino, y por la misma causa, accidente de su monoplaza, que Ayrton Senna. Lo acojonante del asunto es que nadie se acuerde de él.

Pues sí, en la clasificación de aquel GP, que quedará para siempre en el recuerdo porque se estrelló el gran campeón brasileño, también tuvo un accidente un piloto menor, Roland Ratzenberger, que se destrozó la cabeza en la curva Villeneuve. Era la clasificación y el tipo decidió jugarse la vida: en la vuelta anterior se había golpeado el coche y tenía el alerón delantero en mal estado. En vez de parar, siguió. El coche se le fue a 314,9 kilómetros por hora y ahí se acabó su vida y su carrera en la F1. Efímera, que dirían los cursis.

El tipo, austriaco de 34 años y toda una vida peleándose en divisiones inferiores, había conseguido el sueño de su vida: un contrato por cinco carreras con la escudería Simtek en el paraíso de los pilotos, el circo que corre la minoría triunfadora. En la primera no se clasificó; en la segunda quedó undécimo, lo que quizá era un pedacito de pasaporte para un contrato para toda aquella temporada. Por eso, quizá, fue al límite. Y por eso, quizá, se mató. Aunque, evidentemente, algo habría que hacer para evitarlo. O no.

Y el gran premio se corrió...

Alguien debió parecerle poca razón para que aquella carrera se parase. Un luto menor, el tal Ratzenberger. Y eso que en 12 años no había muerto nadie en un circuito de F1. El GP de San Marino se corrió, y ahí se acabó la vida de Ayrton Senna, campeón de campeones, el caballero de la F1, el ídolo de todos. Lloraron, patalearon, se histerizaron, ¿cómo-ha-podido-pasar-esto?

Posiblemente, por lo mismo que el día anterior, por lo que se demostró que era una falta alarmante de seguridad en los circuitos. O quizá no, que lo de Ratzenberger fue una locura fruto del hambre del que busca lo que siempre soñó en el reino del peligro, a velocidades en las que pensar debe ser una heroicidad.

En el coche destrozado de Ayrton Senna, junto a su cadáver, encontraron, arrugada, una bandera de Austria. Pretendía sacarla al acabar el Gran Premio. Max Mosley optó por ir al funeral de Ratzenberger en vez de al del brasileño. "Se habían olvidado de él. Todos iban al funeral de Senna y nadie al suyo. Era importante que alguien estuviera allí". Hoy quedan como dos gestos efímeros, que dirían los cursis.

Pasaron 15 años de aquello y, como toda fecha múltiplo de cinco, la prensa desempolvó homenajes y bondades del piloto fallecido. De Senna, claro. De Ratzenberger, ni rastro. Como, posiblemente, ocurrirá dentro de cinco años con Farrah Fawcett.

3 comentarios:

  1. True men don't kill coyotes29 de julio de 2009, 7:52

    Y qué coño tiene que ver Farrah Fawcett con todo esto?

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  2. El titular de la noticia esta mal puesto....
    primero murió Ratzemberg, el dia anterior a Senna, en la sesion de clasificacion y al dia siguiente senna, al cual se le descubrió en el asiento del coche una bandera austriaca, que la sacaría al terminar la carrera, en honor a Ratzemberg, que era austriaco.
    En el titular pone que 1º fue Senna, y luego Ratzemberg... mal puesto.
    Lo cierto es que el piloto Austriaco, si que acabará cayendo en el olvido, ya que Senna, siempre tendrá mucho mas tirón mediático...
    Un Saludo

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  3. Asimismo es Rolan Ratzemberger murio el dia sabado en la pruebas de clasificación, y Ayrton Senna murio en la carrera oficial el dia domingo. Pero se acuerdan mas de Ayrton Senna que Rolan Ratzemberger

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